sábado, 16 de junio de 2007

del 84

El joven catedrático,limón entre las piñas


Quien conoce la bondad del metal entre la piel
desconoce la idea de lo fácil y dulce que es curarse con miel.
La entrevista a un joven erudito que se publicaba a si mismo
me enseñó que hay cosas mas difíciles que aparentar snobismo.
La rima que demuestra condenas de azar
la presumo todavía como recurso para no pensar.
Es fácil declararse entendedor cuando el vecino te lo permite sin obstáculo.
Es posible ser un ruiseñor, y mas cuando te desenvuelves entre los que ni añoran mirar el Báculo.
Porque entonces sigo aqui con vosotros?
Porque cambiar de creencia es cambiar la vuestra.
Y darles mas tierra de la que cabe en sus sacos serìa alimentarles la mente siniestra.
Asi que, porque no seguimos como estamos?
Denme espacio entre sus costumbres y déjenme expresarme con libertad. Libertad diminuta pues se acomoda a lo que entienden sus superfluas y jóvenes marcas de verdad.
La Gran Cicatriz es para vosotros una leyenda o un subtema de filosofía.

Es verdad!, dejemos las boberías que nuestros ojos no ven.
Ocupémonos de lo evidente y de los minutos que si estèn.
De las glorias de los famosos y de lo profundo y verdadero de los desconocidos.
De lo valioso de lo hermoso y de lo feo de lo que no creo.
O no!, mejor aún, seamos superiores a la dualidad entre lo bueno y lo malo de la "gente".

Seamos contemporáneos, aprendamos herramientas para negar y cuestionar cualquier cosa que venga con "inocencia".Así nos sentiremos "útiles"entre los autómatas que buscan informaciòn en internet( como nosotros lo hacemos de a poquito). Seremos los próximos guías de la humanidad y tendremos los ojos entrecerrados de tan tranquilos que nos sentiremos al cargar con tan amplia sabiduría,seguidores y percepción de lo que acontece.
Reviviremos el sueño del Cognoscente,perdido hace cien años.
Seremos eruditos de mierda recibiendo halagos de mentes de mierda.
Pero tendremos lo que queremos.
Sacrificaremos la posibilidad de sonreir
sinceramente.
Pero tendremos lo que queremos.

Al joven que esforzóse por
tener los ojos entrecerrados y a
sus pobres adeptos